La Rosa Blanca

Sobre todas ellas, esta la rosa blanca, sobresalía de las demás, pura, pálida, bella pero la más sensible de todas.

Ella en ese lugar se sentía que no pintaba nada, que le hubiese gustado florecer en otro año, en otro mundo o en otro lugar.

Cada noche al verla intentaba superarse, quería tener una vida perfecta, un lugar en equilibrio, un amor fácil y sincero sin secretos.

Ella tenía tanto amor para dar, pero como siempre sufría, tenia miedo que ese amor no fuera correspondido.

Ella quería viajar y aprender pero se sentía atada a ese rosal.
Ella quería que la valoraban por lo que era y no por lo que tenía.

A veces por la noche, ella sueña que todo cambia y que en ese lugar podía ser feliz, se sentía segura de su amor que era correspondido, era fácil, era fiel, cada noche viajaban a un lugar diferente los dos, y descubrían juntos las maravillas, eso les unían tanto. 
Ella deseaba tanto que fuera verdad su sueño y que su amado la valorara tanto que no tendría ojos para otra rosa.

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