Recuerdo esa noche
Recuerdo esa noche, había una dulce música y era un lugar muy bonito con señoriales asientos como de los grandes pensadores o escritores fumando su pipa y escribiendo grandes historias. Un dulce vino rosado y una sabrosa comida. Y tú, a mi lado, teniendo una conversación constructiva, tu roce de tu mano en mi mejilla. Dulces besos y palabras que producían sinfonía en mis oídos, como una partitura nueva creada por los dos. Fotos de mujeres antiguas, elegantes y majestuosas, con mucha clase y sensibilidad. Y debajo de la mesa, un juego de tus pies que rozan los míos. Salimos cogidos, felices, yo un poco chispeante por el dulce sabor del vino de tus labios y por ese rico vino rosado. Caminábamos por esa travesía llena de grandes gigantes mirándonos y envidiándonos lo felices y enamorados que estábamos.